domingo, 29 de marzo de 2015

Todo lo que nunca podré decirte.

"Que guapo está hoy mi corazón para estar tan roto, y que bien te quedan estas letras."

Dicen que la mejor terapia para quitar las penas es beber, de la cual me abstengo por una noche, Leiva, y escribir sacando todo lo que te duele a fuera.
Yo escucho a Leiva, mientras me ahogo con los recuerdos que me clavaste, las ostias que nos dimos ambos, juntos, solos.
Tardes suicidas donde sabiendo que no me querias, hacias como si así fuera. Y que bien mentias. Y que bien fingías.
50 noches sin ti, sin estar contigo. Desde la noche 40 decidí dejar de llorar y olvidarte. Lo cierto es que no es tan facil como imaginaba. Creo que no hay nada que más me esté costando a dia de hoy que olvidarte.
Te he querido tanto, te he odiado tan poco que ahora que lo pienso me arrepiento del poco tiempo que tuve para mi y todo el tiempo que invertí en ti, el cual a dia de hoy me lo tomo como una perdida.
He leido miradas que no se comparaban a la tuya,
he explorado lunares, y sigo prefiriendo los tuyos,
he visto risas, sonrisas,
pero siempre que cierro los ojos me vuelve la tuya a la cabeza.
Siempre que los cierro estás tú, dueño de todo, en mis retinas, en cada paso que doy, en cada dia que pasa. Y que pasa. Pasa tanto de nada. Pasa tan poco de todo.
Culpable por haber sabido quererte a ti, y no a quien me queria. Culpable por haberme tragado esa risa muda y las 40 tonterias que me decías cada dia.
Y ahora creo eso de que lo perfecto no es posible.
Ahora creo en eso de que nadie quiere a nadie, pero siempre queremos que nos quieran, y esta es la terrible sociedad que hoy se aferra a nosotros.
Fui de las que decidió seguir con el vaso puesto en lugar de apartarlo cuando sabia que dentro de poco, estallaria.
Y estallaste.
Que si estallaste.
Y llegó la tormenta, y te llevaste consigo todas mis buenas maneras y mis peores rabietas. Mis ratos de educacion y mis malos dias.
Pero tambien los buenos.
Y es que desde que tu no estás ya no son buenos, ni malos. Solo son, así como yo, soy del verbo ser, y no tuya.

lunes, 23 de marzo de 2015

'Quiero olvidar, quiero olvidar.'



'Quiero olvidar, quiero olvidar.'

Escribo a alguien que ya ni si quiera me recuerda, que ni si quiera va a leerme, que ya no vive por mi, que ya no me abraza, ni me achucha, ni me besas, ni me deja sin respiración.
Escribo tras 44 días sin vernos, ni tampoco mirarnos.
Me dijeron que el tiempo todo lo cura, y aqui estoy. 
Tras mes y medio sin ti, exigiendo al tiempo que llegue y cure. Que llegue y se quede, que te sustituya, que alguien te sustituye y sepa volver a atraparme como tu hiciste tras mucho tiempo.
Creo que después de tanto tiempo no es que me olvide de ti, es que me he acostumbrado a este dolor.
Yo ya no te echo de menos, pero tampoco te echaba de más. No te echo a secas. No he llegado a echarte nunca, no he sabido echarte de mi vida, no es tan facil decirle a una persona 'adiós, que te vaya bien, que seas feliz' cuando sabes que darias la vida por engancharte a el, llorarle y pedirle que se quede contigo y que no haga nada de lo que quizás mas tarde pueda arrepentirse. Quizás. Pero tu eres de esos que deciden no arrepentirse y tomarse el pasado como un dia malo. Y tu qué. 
Yo para ti un dia mas, un dia malo, mejor o peor. Y tu para mi el mejor pasatiempo mundial. La mejor inversion de perdida de tiempo hecha. 
Y asi me hiciste. Mírame ahora. Tu tan guapo, tan simpatico y tan Judas como siempre.
Yo tan hija de puta, como tu me entrenaste. Tan cabrona como no queria ser y acabé siendo por ti, por que eras tu o yo.
Es cierto que no quiero volver a saber nada más de ti, de tu vida en mi vida. No quiero volver a verte.
Pero por si algun dia te da por pasarte y volver a saber de mi, estoy sentada en el sillon rojo que tanto te gustaba, con la botella que tanto odiaba, y la cancion que siempre cantabamos.
Yo por mi parte, te aseguro que volveremos a vernos, pero jamás volveremos a mirarnos.

domingo, 15 de marzo de 2015

Me apetecia volver y escribirte.

En una tarde de domingo, he decidido volver a escribir tras dos años en esto llamado blog, apropiandome de uno de ellos una vez mas, y que mejor forma que escribirte.

Te escribo aún sabiendo que no vas a leerme, que cuando decías que no me querias y que no querias saber nada más de mi ibas en serio.

Dicen que no hay mejor manera de desahogarse que sacando y escribiendo el daño que has hecho o que te han hecho. El daño que me has hecho. Suena hasta bien, y más viniendo de ti.

Han pasado 38 días desde que no hablamos, desde que no te escucho gritar, cantar, susurrarme o escribirme. Me duele y me dueles.

Llamame masoca, no hay dia que no te busque y que no te espere por muy cansada que este de esperarte. He aprendido a valorar a las personas, a las que llegan y se quedan, y a las que llegan, marcan, y se marchan. Pero a mi no. Y es asi.

A estas alturas miro atrás, y no hay momento que no recuerde. ¿Que tendrán los ascensores? ¿Unos simples jardines? ¿Un banco? Que tendrán.
Te tenían a ti, a mi, a nosotros felices, cuando todavia éramos felices, cuando discutiamos, cuando llorabamos pero de la risa hasta morirnos.

Y esto, amigo mio, es lo que no pude decirte ni llorarte.
"Que seas feliz, y adiós.''