En una tarde de domingo, he decidido volver a escribir tras dos años en esto llamado blog, apropiandome de uno de ellos una vez mas, y que mejor forma que escribirte.
Te escribo aún sabiendo que no vas a leerme, que cuando decías que no me querias y que no querias saber nada más de mi ibas en serio.
Dicen que no hay mejor manera de desahogarse que sacando y escribiendo el daño que has hecho o que te han hecho. El daño que me has hecho. Suena hasta bien, y más viniendo de ti.
Han pasado 38 días desde que no hablamos, desde que no te escucho gritar, cantar, susurrarme o escribirme. Me duele y me dueles.
Llamame masoca, no hay dia que no te busque y que no te espere por muy cansada que este de esperarte. He aprendido a valorar a las personas, a las que llegan y se quedan, y a las que llegan, marcan, y se marchan. Pero a mi no. Y es asi.
A estas alturas miro atrás, y no hay momento que no recuerde. ¿Que tendrán los ascensores? ¿Unos simples jardines? ¿Un banco? Que tendrán.
Te tenían a ti, a mi, a nosotros felices, cuando todavia éramos felices, cuando discutiamos, cuando llorabamos pero de la risa hasta morirnos.
Y esto, amigo mio, es lo que no pude decirte ni llorarte.
"Que seas feliz, y adiós.''
No hay comentarios:
Publicar un comentario