No me explico todavia, como pudimos enamorarnos.

Es tan absurdo, como escuchar que el dia y la noche han sabido entenderse.

Pero no se que escribirte que no te haya escrito ya, ni tampoco se que llorarte que no te haya llorado ya. 

No puedo llamarte por tu nombre, aun que me encantaria hacerlo (al igual que a ti oirlo o leerlo) por que te prefiero en anonimato, para que solo tu y yo podamos entendernos.

Que bien suena, entendernos, eso que nunca pudimos disfrutar por que no paramos de reprocharnos hasta lo que no pasó.

Si algo he pensado ahora que te has ido, es que nos quisimos con muchas ganas pero no de la mejor manera. 

¿Cuantas veces te pedi que volvieras, que no te fueras cuando te estabas alejando? 

¿Sabes que? Sería bonito verte de nuevo, y verte con los mismos ojos que el primer dia, y sonreir por verte sonreir como el primer dia, y que me cuentes mil historias como siempre y reirnos a carcajadas por que el mundo dolía, pero no nos importaba, solo eramos tu y yo. 

Ojalá pudieramos ser capaces de decir que por nosotros no ha pasado el tiempo, pero es que no solo ha pasado el tiempo tan solo, han pasado mil mierdas que nos superaron, y mas tontos fuimos nosotros, que en lugar de unirnos para acabar con todos los miedos, fueron los miedos los que convirtieron esto en un uno contra uno. 

Hoy ha aparecido tu nombre rodando por mi móvil. Y se ha presentado tu foto en mi pantalla acompañado de un 'llamando...'. 
He dejado que sonase hasta que decidieses rendirte. Y te has rendido. Tal vez te has equivocado y has llamado por accidente o simplemente te apetecía saber de mi y tomarnos un café como siempre hacíamos mientras ese café se convertía en 5 cervezas. 
Pero ya no. Y ya no nos volveremos a tomar ese café por que yo misma lo he conseguido evitar, por suerte o desgracia. Por suerte ya no volveremos a encontrarnos en ninguna azotea de madrid. Por desgracia ya no podré perderme en esos ojos verdes que tanto me gustaba mirar. Por todo, por que todo en la vida es así. Vienes, me quieres y te vas. Por que tu siempre te vas. 

Hablarán de ti y de mi.

Escuchar 'Hablarán de ti y de mi' - Vanesa Martín.

Hablarán de ti, y también de mi. 
Hablarán de nosotros dos como aquellos dos que se quisieron de la manera más grande del mundo.
Hablarán de mi, y dirán que no supe ser lo suficiente.
Hablarán de ti, y dirán que no deberías ni haber dado el paso de quererme.
Hablarán de nosotros, de lo locos que estuvimos, 
de lo fugaces que fuimos.
Y volverán a hablar, y no pararán, y mientras, tú estarás leyendote otro libro muy distinto al mio, y yo intentaré no cortarme con las paginas que siempre intento pasar del tuyo para cambiar de poema. No lo he conseguido todavía, pero me da la sensación de que cada vez me queda algo menos. 
Pero de casi terminármelo, he vuelto atrás, he vuelto a releerte y he vuelto a quemarme con tu silueta en mi cabeza, por que aun que resultaste efímero, olvidarte fue lento e intenso.
Uso verbos en pasado por que me autoengaño diciendo que ya no te pienso ni te imagino. 
Riendo, enfadado, triste, conduciendo, durmiendo, o haciendolo.
Todo verbos, muy duros, que ojalá pudiesemos conjugarlos en 1º persona del plural. Pero ahora que me he estancado, solo puedo conjugarlos de manera egoista en 1º del singular.
QUÉDATE.

'Dice mi sombra que ya no nos parecemos,

que aunque me sigue no encuadra mi paso,

que ahora encajo contigo;

que tiene celos, dice.'

Mónica Carrillo, #microcuento.

Como no, empezar con lo mismo de siempre,

empezar por que vuelvo un día más a la carga, buscándote, sin esperanzas, aun que perdí la batalla hace mucho tiempo, he vuelto una vez más ahogándome en las ruinas que dejaste cuando te fuiste.

¿Qué hiciste conmigo?

¿Qué hiciste conmigo ahora que ya no duermo, solo sueño si es contigo,

y solo me río cuando noto tu presencia?

Esa carita de niño engañaba, pero aun sabiéndolo, quise conocerte y quedarme contigo.

Confiésalo: fuimos felices.

Fuimos felices allá donde fuimos.

Cuando tú ya no estabas, pasé por aquel jardín.

Me pidió volver a vernos en aquel sitio, por que él también necesitaba verte, te necesitaba, necesitaba vernos.

Me has perseguido durante años, y aun así se que me perseguirás toda mi vida, o al menos los próximos (muchos) años, y puedes estar tranquilo que aun que nunca me deje atrapar, no me iré tan lejos como tu lo hiciste, por que no dejaría que tu nombre se borrase de mi piel.

Llevo noches en las que no puedo dormir por que mi sobra no deja de quejarse.

Me ha pedido que por favor vuelva, que yo misma me echo de menos, que hace mucho que no me ve reir como siempre lo hacía.

Tiene razón, ¿qué has hecho conmigo, que ya no se mirar con buenos ojos a los demás?

Tal vez nunca lo hice, tal vez ni si quiera te miré a ti con estos ojos con los que te miraría hoy.

Pero te has vuelto a escapar una vez más, y yo vuelvo a estar en ayunas.

VUELVE.

su risa es como una ducha en el infierno

Su risa es como una ducha en el infierno. Una noche más hablando de su risa, y de la manera que tenía de hacerme reir a mi.
He pensado las cosas en frío y en caliente. Y ambas veces he acabado en el mismo abismo: quererle.
Y quererle de la manera más bonita, pero más poco correspondida que puede existir. Por que es bonito quererse, es bonito cuidar de una persona cuando esa persona te cuida a ti, pero es duro pedirle a alguien que se quede contigo a intentarlo de nuevo, mientras esa persona se marcha de tu lado.
Mientras escribo solo pienso en una cosa: el día que me dio dos besos por primera vez en aquel anden de Madrid. Luego hablamos de tonterias mientras salíamos de aquella estación tan llena de gente. Era invierno. Era Madrid. Fue mi invierno y a día de hoy lo sigue siendo, y no hay calle por la que hayamos pasado que no me recuerde a él.
Estoy segura de que volverá, y volveremos a vernos, y volveré a escribirle mil noches más. Por que me quita el sueño, por que yo le habría querido como nadie ha sabido ni sabrá, por que yo le habría cuidado de la mejor manera y la más sincera que puede existir, y por que solo con eso, yo habría sido feliz.
Y mal escrito, y con faltas, nunca sacaré todo lo que tengo dentro. Por que nunca podré decírselo. Por que me guardé mil cosas la ultima vez. Por que lucharía por el hasta el final.
Su risa, una ducha en el infierno, y una noche más hablando de aquello que me quita el sueño y que habita mi cabeza cada vez que cierro los ojos.

y eso que tuve la oportunidad

La ultima vez que te vi se me quedaron muchas cosas por decirte.
La primera es volver a decirte una vez más que te quiero, por que nunca lo vere suficiente. La segunda, es pedirte que una vez mas te quedes aqui, y me abraces y no sepas ni que contestar a eso, por que no hay palabras que todavia sean sinceras y capaces de contestar a eso.
La tercera es pedirte que me mientas. Arruinarme o llenarme la vida. Pero que aun con mentiras, me hagas ser feliz. Por que ya no rio, ni tampoco se llorar. Por que estos ojos hoy no miran a nadie de la misma manera. Porque todo lo mio, es tan verdad que me agobia cada vez que lo pienso y me da miedo que alguien pueda enteder esta verdad tan grande. Pero tambien te pediria que me dijeses verdades.
Por que tuve la oportunidad de decirte todo esto, tuve la puta oportunidad de decirte que dejasemos todo y empezaramos de nuevo, si no llega a ser por que yo ya no estaba en tu vida.
Por que la ultima vez que te vi te mire como la primera vez, pero se que tú ya no estabas conmigo. Tu ya no podias decirme todo esto. Por que ya te habias marchado hace tiempo, estaba muy muy lejos de ser nosotros. Lo sabiamos los dos.
La ultima vez, después de tanto, te miré como si nada hubiera cambiado.

Mirar a una persona en silencio mientras esa persona te mira y se ríe.

No soy capaz de poner un titulo por que él no podria ser definido con simples palabras.

Algún dia volverá. He visto muchas miradas, pero la suya era la unica en la que me veia reflejada ayer, hoy, y toda la vida. Esos ojos me pedían que le quisiese. Él fue un amor que no supo quererme, ni amarme, pero fue un amor al que quise y amé. Y lo sé por que tuve la suerte de disfrutar por un momento, en silencio de él, mientras le veía reir. Y mientras escribo esto todavia me apuñala el corazón, por que le veo tan dentro de mi riendo, que pagaría por no olvidarme nunca de una cosa asi. Y mientras cierro los ojos todavia siento ese cosquilleo en el pecho que sentí la primera que le vi después de mucho tiempo, por que le vi tan guapo como la primera vez de todas, y le besé como si fuera la última. 

Quién iba a pensar que él y yo. Quién iba a pensar en que yo y él. 

Y ahora de nuevo. Él. Y yo. Ahora ya no. Y ahora ni me mira, ni me escucha, ni si quiera me lee. Ahora ya no es mío, ni yo soy suya. Aun que en realidad nunca dejamos que uno fuera del otro, y viceversa. Y eso era una de las cosas que más me gustaba de él. 

Y si algun dia me lee, y lee esto, que me diga quién más aparte de mi le buscaria durante mil vidas, quien le iba a mirar, a querer, y a cuidar como yo. 

Le deseo lo mejor, hasta que volvamos a vernos, o hasta que vuelva a buscarle (llevo haciéndolo desde el día en que me abrazó por primera vez).