lunes, 12 de junio de 2017

su risa es como una ducha en el infierno

Su risa es como una ducha en el infierno. Una noche más hablando de su risa, y de la manera que tenía de hacerme reir a mi.
He pensado las cosas en frío y en caliente. Y ambas veces he acabado en el mismo abismo: quererle.
Y quererle de la manera más bonita, pero más poco correspondida que puede existir. Por que es bonito quererse, es bonito cuidar de una persona cuando esa persona te cuida a ti, pero es duro pedirle a alguien que se quede contigo a intentarlo de nuevo, mientras esa persona se marcha de tu lado.
Mientras escribo solo pienso en una cosa: el día que me dio dos besos por primera vez en aquel anden de Madrid. Luego hablamos de tonterias mientras salíamos de aquella estación tan llena de gente. Era invierno. Era Madrid. Fue mi invierno y a día de hoy lo sigue siendo, y no hay calle por la que hayamos pasado que no me recuerde a él.
Estoy segura de que volverá, y volveremos a vernos, y volveré a escribirle mil noches más. Por que me quita el sueño, por que yo le habría querido como nadie ha sabido ni sabrá, por que yo le habría cuidado de la mejor manera y la más sincera que puede existir, y por que solo con eso, yo habría sido feliz.
Y mal escrito, y con faltas, nunca sacaré todo lo que tengo dentro. Por que nunca podré decírselo. Por que me guardé mil cosas la ultima vez. Por que lucharía por el hasta el final.
Su risa, una ducha en el infierno, y una noche más hablando de aquello que me quita el sueño y que habita mi cabeza cada vez que cierro los ojos.

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